Los Xita Corpu ó Viejos de Corpus de Temascalcingo, Estado de México
En los alrededores del rio lerma durante la época prehispánica cohabitaron los pueblos otomís y mazahuas, se dice que "Rabemzo" ó "lugar del primer hombre" fue el primer nombre que recibió la región de Temascalcingo.
La tradición de los Xita y su danza se remonta a la época prehispánica en donde según los relatos de la gente mayor, a partir de una fuerte sequía, fue necesario pedir a sus deidades el regreso de las lluvias y que trajeran consigo buenas cosechas, fue entonces cuando la gente salió a las calles emitiendo gritos y portando máscaras y vestimentas que terminaron por llamar la atención de su deidad, se cuenta que las lluvias no se hicieron esperar.
Han pasado cientos de años desde esa época, sin embargo, en la actualidad el pedimento se repite año con año pero ahora dirigido al "Señor de la Coronación", la finalidad al parecer es la misma, seguir asegurando el agua tan necesaria en las milpas de los lugareños.
Con la conquista española el rito católico de Corpus Christi fue asimilado por los indígenas gracias a las coincidencias que tenía con el ciclo agrícola, de manera que su tradición no se perdió, sino que termino fusionandose con los ritos de la nueva religión.
La tradición de los Xita comienza un día antes del jueves de Corpus, el tañir de las campanas de la iglesia de cada barrio o rancheria de la región de Temascalcingo es la señal que reune a los Viejos de cada comunidad, estos representan a una familia típica, no faltan el "papá y mamá grande", además tantos hijos como se pueda y un torito de cartón en cuyo hocico se colocan hojas y hierbas. En la iglesia y en las calles danzan y hacen travesuras a los lugareños.
Al día siguiente muy temprano acompañan a su santo patrono hacia la Iglesia de la Coronación del Pueblo de Temascalcingo, lo depositan dentro de la iglesia junto con el resto de santos de las comunidades vecinas, entonces los Xitas salen a las calles y visitan los negocios del pueblo pidiendo limosnas a cambio de sus favores en la mediación con sus santos.
Al medio día las diferentes familias de Xitas participan en una gran procesión por las calles de Temascalcingo, cada familia llevando a su santo patrono, luego regresan nuevamente para despedirse del Señor de la Coronación, concluir su pedimento y entonces partir de regreso a sus respectivas comunidades.
Pero el rito aún no termina, ya en sus lugares de origen llevan a cabo juegos con la gente y danzan al ritmo del violín y el tambor, en su iglesia simulan preparar la tierra para la cosecha arandola con instrumentos de cartón que van dejando dulces a cada movimiento, entrada la tarde cada uno de los Xitas capotea al toro para que finalmente, al llegar su turno en el juego, "papá grande" fallezca en medio de las lamentaciones de "mamá grande" y sus hijos. Después de la tragedia familiar se simula el entierro de "papá grande" con lo que llega el momento de servir los alimentos a los asistentes y a los danzantes, la fiesta finalmente culmina con la resurrección de "papá grande" quián saltando y dando gritos llama la atención y promete su vuelta el año venidero.
En nuestra visita a Temascalcingo, al menos esta primera vez, solo pudimos ver una familia de Xitas acompañadas por sus músicos, la mayoría de las familias de Xitas que vimos carecián de este importante elemento, se dice que existen muchos sones, todos ellos antiquisimos, sin embargo, muy poco pudimos escuchar, deseamos de verdad que no se estén perdiendo y que dentro de las comunidades ya en la fiesta se sigan interpretando y enseñando a las nuevas generaciones.
Referencias:
Festejos del Corazón, Secretaria de Turismio, Gobierno del Estado de México, México 2008