martes, 13 de octubre de 2009

La Sandunga

Por Karla Canseco

TEHUANTEPEC, Oax. Un hombre que puso en alto el nombre de Santo Domingo Tehuantepec, fue sin lugar a dudas Máximo Ramón Ortiz, quien después de 154 años de emprender el viaje sin retorno sigue siendo un icono en la música, con su máxima composición que es “La Sandunga”.



Máximo Ramón Ortiz, oriundo de Tehuantepec era hijo del español Juan Ortiz y la mestiza llamada Delfina Isabel Zavaleta.

En la ciudad de Oaxaca estudió música, particularmente aprendió a tocar guitarra, piano y bases técnicas en composición.

Los historiadores, en sus escritos dicen que fue inquieto desde muy joven y desde temprana edad incursionó en la política.

Ya adulto alcanzó cargos públicos, como presidente municipal y jefe político. En su región de origen pasó a ser un guerrillero y logró ser un caudillo en el área istmeña.
También fue gobernador de departamento y jefe regional de la defensa mexicana ante la amenaza de tropas estadounidenses en territorio azteca.

Su vida en lo general fue muy pintoresca, según se anota en su historia. Tuvo especial interés la circunstancia familiar; la muerte de su madre, que lo hizo convertir en canción ese dolor tan profundo que vivió.

Ausente de su sitio natal por sus actividades públicas, fue notificado de la gravedad de su entonces anciana progenitora. Fue impactante su pena al llegar ante ella, precisamente cuando acababa de expirar.

Cuentan que se arrojó ante el lecho donde se encontraba el cadáver de su madre y rompió en lamentos de dolor. Al estilo de esa región del Istmo exclamó: “!Ay mamá!... Ay por Dios!... Porqué no pediste al Altísimo que te conservara unas horas más, para que te hubiese visto viva por última vez?... ¡Ay, mamá por Dios!”.

Con su capacidad creativa y sus conocimientos musicales, concibió entonces lo que fue el inicio de la bellísima e inmortal composición que entonces no tenía titulo “La Sandunga”, tanto en su letra como en la melodía.

Él mismo la cantaba después en cuántas ocasiones se propiciaba, y fue el comienzo de la divulgación de dicha canción, misma que fue modificándose al transcurrir el tiempo.

Luego de 15 años de la muerte de Máximo Ramón Ortiz, se hizo un arreglo para conjunto musical. Fue el músico Cándido Jiménez quien realizó ese arreglo instrumental en 1870. Con esa melodía debutó la que fue la primera banda de Tehuantepec y que tuvo bajo su propia dirección.
La sandunga, que nació como sencilla tonadilla compuesta de un son y un zapateado, con tan sentida inspiración, es un himno oaxaqueño que siempre se ha cantado, que se sigue cantando y es admirado por las actuales generaciones.

Es de anotarse que la palabra sandunga es una voz zapoteca que en español se traduce como: esa música honda y profunda.

“La Sandunga”, palabra que significa gracia, donaire y salero; es el himno por antonomasia de los istmeños e inclusive de los oaxaqueños que viven fuera de su tierra. Llegó a México como una pieza de jaleo andaluz en 1850, y tres años después en Oaxaca fue ejecutada como danza de corte europeo.

En 1853 esta música es llevada a Tehuantepec por Máximo Ramón Ortiz, ““tehuanizándola con los primeros versos, mientras que el músico tehuano Andrés Gutiérrez Ndré Sa” a, la armoniza y la registra en las primeras partituras, para que posteriormente las bandas de música la arraigan en el corazón de los istmeños con un sello indisc utiblemente tehuano-zapoteco.
La melodía se popularizó rápidamente en la región perdiéndose -para siempre- ese jaleo andaluz y esa danza española.

En nuestros días, “La Sandunga” es un homenaje de amor y admiración a la mujer tehuana, "ha sido el canto de guerra de los zapotecos en los episodios nacionales y en la región. Es el canto que hermana a los pueblos del Istmo, es el canto sublime que acompaña al tehuano y a su tehuana, de la cama a la tumba, es canto de alegrías y de pena".

“La Sandunga” salió del corazón de Máximo Ramón Ortiz, cuando llegó a Tehuantepec procedente de la ciudad de Oaxaca y encontró a su madre muerta. Fue entonces que cantó ““...Ay, ay mamá por Dios".

La correcta traducción de la palabra sandunga, de su lengua madre zapoteca, significa mujer alegre, salerosa y bailadora; en fin, es así como los hombres definen a las mujeres de esta región tropical, que bailan con donaire esta canción, la cual enchina la piel cuando la escuchamos fuera de nuestra tierra y hasta llora.

Esta melodía, sin duda desata por igual nostalgias y localismos encendidos; en la actualidad es ejecutada por bandas y orquestas istmeñas, consta de una introducción en la que abunda la improvisación instrumental, con ornamentación y solo de clarinete que se desarrolla libremente; “La Sandunga” ha sido crucial en el desarrollo musical de la región istmeña.

Gran cantidad de los sones que se tocan actualmente en Tehuantepec, incluyendo la melancólica “llorona”.La “Canción mixteca”, de José López Alavez; “Dios nunca muere”, de Macedonio Alcalá, y “La Sandunga”, de Máximo Ramón Ortiz son las tres piezas musicales que identifican al estado de Oaxaca en los ámbitos nacional e internacional.

Tomado de folclor@yahoogrupos.com.mx, enviado por A. Gordillo

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